Apostar no debería ser más que una forma de entretenimiento como otra cualquiera, porque aunque hay jugadores que viven de las apuestas, para la mayoría éste no es el caso. En la sociedad existen a todos los niveles personas que tienen problemas de adicción en diferentes formas, y una de ellas es la adicción al juego.
Para ayudar a estas personas surgió Juego Responsable, una iniciativa de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) en España que promueve políticas de juego con responsabilidad, y trabaja para prevenir y reparar los efectos negativos del mismo. Jugar responsablemente se basa en elegir de manera sensata y racional las opciones de juego, teniendo el jugador en cuenta su situación y circunstancias personales para impedir que apostar se convierta en un problema e interfiera en sus relaciones profesionales o personales.
Un jugador responsable es aquel que disfruta del juego como actividad de ocio siendo muy consciente de que, al igual que puede tener suerte y ganar, existe el riesgo de perder. Por eso, toma decisiones de manera cabal e informada, se asegura de que el valor de lo jugado nunca supera lo que se puede permitir perder, y nunca juega para intentar recuperar el dinero que ha perdido jugando.
Juego Responsable vela porque el jugador tenga a su disposición distintas opciones para evitar que el juego se convierta en un problema, y éstas son las ofrecidas por las casas de apuestas: establecer límites temporales y a los depósitos realizados (diarios, semanales y mensuales), auto restricción – con ella, el apostante se garantiza no recibir comunicaciones ni participaciones en eventos por parte de un operador de juego concreto – y autoexclusión.
Esta última alternativa permite a los apostantes excluirse de la oferta de juego de un operador concreto, bien con carácter temporal o indefinidamente. También es posible autoexcluirse de todos los operadores de juego online inscribiéndose en el Registro de Interdicciones de la Dirección General de Ordenación del Juego.
Existe además otra posibilidad para los que consideren que pueden tener un problema con el juego: realizar tests de evaluación. Al hacer un test de este tipo, el jugador podrá evaluar su comportamiento al apostar y, de esa manera, detectar si su afición al juego puede derivar en adicción.
Por último, desde la Dirección General de Ordenación del Juego han creado la web de ayuda Jugarbien.es. En ella, los jugadores tienen a su disposición instrumentos y herramientas de auto-evaluación; así como una guía con consejos, experiencias, documentación y direcciones profesionales de ayuda para poder estar perfectamente informado de los riesgos que el juego entraña y de la importancia de jugar con responsabilidad.